Los delfines, son considerados uno de los animales más inteligentes de la Tierra.
Pueden oír frecuencias diez veces o más por encima del límite superior del oído humano adulto. El sentido del tacto del delfín también está muy desarrollado, con densas terminaciones nerviosas en la piel, especialmente alrededor del hocico, las aletas pectorales y la zona genital. Sin embargo se cree que no tienen sentido del olfato. Con respecto al gusto, muestran preferencias por ciertos tipos de alimentos como los peces y los calamares.
Los delfines se comunican con sonidos producidos por la vibración del tejido conectivo, de forma similar que los humanos utilizan las cuerdas vocales. Producen silbidos, sonidos de frecuencia modulada y chasquidos.
Sus curiosos comportamientos sociales, dan muestra de su gran inteligencia. Por ejemplo se han visto delfines cuidando de otros de su misma especie con heridas o enfermos e incluso ayudándoles a subir a respirar, proteger a nadadores de los tiburones.
Diversos métodos de pesca y las redes a la deriva matan directamente a muchos delfines y la captura accidental supone un riesgo para muchas de sus poblaciones. Los fuertes ruidos subacuáticos como el sonar o proyectos de construcción en alta mar como parques eólicos son perjudiciales para los delfines propiciando enfermedad descompresiva al obligarles a subir a la superficie demasiado rápido para escapar de esos ruidos.
¡Cuidemos a los delfines!